domingo, 10 de septiembre de 2023

Los malagueños y la Jonction

Este fin de semana hemos tenido visita: han venido de Málaga Carlos, Javier y Charo. Hay un vuelo directo de easyJet que promete, porque lo podrán utilizar para repetir y nosotros para hacer la ruta inversa cuando nos cansemos del otoño-invierno ginebrino. 

Hemos pasado juntos sólo un par de días pero los hemos aprovechado bien, entre caminatas y charletas. El viernes hicieron turismo con David y yo me uní después de trabajar. Nos encontramos en casa e hicimos la ruta de las playas. Cenamos en la terraza del Hotel del Parc des Eaux-Vives. Está muy bien, muy tranquila y con vistas al atardecer en el lago. Es un sitio repetible con buen tiempo.

El sábado hicimos el sendero de las Falaises de Saint-Jean, que sigue la ribera del Ródano hasta la confluencia con el Arve. El sendero acaba en unas escaleras y un camino empinado que sube hasta el viaducto del tren. Desde allí las vistas son fantásticas y se observa claramente la impactante unión de las aguas verdes del Ródano con las grises del Arve y el perfil de fondo de la ciudad, con el Jet d'Eau y las torres de la Catedral. Nos encantó a todos. David era el único que había estado anteriormente, durante la reciente visita de Geni y Candela. Desde el viaducto se cruzan los dos ríos y se atraviesa un parque forestal con cafetería y restaurante, ideal para hacer una paradita y tomarse un vino. Todo el recorrido me parece un planazo y un super básico de Ginebra. A partir de ahora, ya veo a todas las visitas desfilando por allí.

Completamos el sábado con una siesta al lado de Calvino, una visita fugaz a la Silla y el Palacio de Naciones Unidas, más lago y cena en Le 33, un chino en el casco viejo al que le teníamos muchas ganas y que es claramente repetible.