sábado, 30 de septiembre de 2023

Atardeceres de otoño en Ginebra

Esta ha sido una semana de trabajo soberana. Se han acumulado varios casos complicados de relaciones con empleados, conversaciones intensas con directivos y reuniones múltiples de varios proyectos que estoy impulsando. Ha sido un cóctel explosivo que me ha dejado agotado física y emocionalmente. 

En medio de toda esa vorágine, me ha ayudado a gestionar el estrés la belleza de los atardeceres de otoño y las cenas con amigos. Dos de esas cenas fueron con compis de trabajo en el piso de Nicola. Sus barbacoas y, ahora que se acerca el invierno, sus fondues van camino de hacerse legendarias. Otras dos cenas fueron con Juan y David, que han venido de fin de semana largo.