sábado, 5 de enero de 2019

Experiencia Mandarin

Dividimos la estancia en Shanghai entre dos hoteles: primero, el Peninsula, en el que trabaja actualmente dBt, y a partir de la noche de Fin de Año, el Mandarin, en la que había trabajado hace algunos años. Desde aquel entonces no nos habíamos vuelto a alojar en uno de esos hoteles porque, sin ser empleado, los precios son habitualmente prohibitivos. El caso es que esta vez, tal vez por el reciente escándalo de la limpieza de los hoteles de lujo en China, el precio era bastante asequible y aprovechamos que el precio no estaba muy disparado para repetir experiencia. 

Nuestra habitación tenía vistas al río, muy agradables, y un estilo de decoración moderno y bastante menos clasicorro que el Peninsula. Con todo, lo mejor de esta nueva experiencia Mandarin ha sido disfrutar de la piscina interior y del restaurante chino, una auténtica delicia, en la que repetimos un par de noches.