Apertura Mandarin
Y por fin, después de tantas semanas de preparativos y de formación al personal, esta semana ha abierto el Mandarin Oriental Paris, nuevo hotelazo de super lujo en la calle Saint Honoré. El día previo a la apertura todos los empleados se reunieron en Tullerías para hacer Tai-Chi a ritmo de música Kodo. dBt no sale en el vídeo pero por allí estaba, en alguna esquina. El evento ha sido noticia en todos los medios, incluyendo televisión.
Ha estado genial ser familiar de empleado en los días previos a la inauguración. Hace unas semanas nos invitaron a una visita guiada un sábado por la mañana, incluyendo restaurantes, spa y un par de habitaciones. Pero más interesante que eso fue la invitación la semana pasada a probar los dos restaurantes, ambos dirigidos por un cocinero estrella francés muy afamado, Thierry Marx. Una noche tocó el llamado "Camélia", el más normalito, con "show cooking" en el medio de la sala, es decir, que cocinan o terminan algunos platos allí a la vista, algo que se lleva mucho (sobre todo en asiáticos). Otra noche tocó "Sur Mesure", el restaurante gastronómico, con un menú de 5 platos + 3 postres, todos deliciosos, cuidadísimos y con un servicio estupendo. Lógicamente te explican cada plato en detalle pero nuestro francés no da para esa muestra avanzada de cocina molecular. No entendimos ni el aperitivo que era algo así como un "tomate deconstruido" en el que la pulpa roja flotaba sobre una gelatina... En cada una de las cenas tuvimos que evaluar con un cuestionario el servicio como parte de los preparativos para la apertura. Todo un lujo, nunca mejor dicho.
Ha estado genial ser familiar de empleado en los días previos a la inauguración. Hace unas semanas nos invitaron a una visita guiada un sábado por la mañana, incluyendo restaurantes, spa y un par de habitaciones. Pero más interesante que eso fue la invitación la semana pasada a probar los dos restaurantes, ambos dirigidos por un cocinero estrella francés muy afamado, Thierry Marx. Una noche tocó el llamado "Camélia", el más normalito, con "show cooking" en el medio de la sala, es decir, que cocinan o terminan algunos platos allí a la vista, algo que se lleva mucho (sobre todo en asiáticos). Otra noche tocó "Sur Mesure", el restaurante gastronómico, con un menú de 5 platos + 3 postres, todos deliciosos, cuidadísimos y con un servicio estupendo. Lógicamente te explican cada plato en detalle pero nuestro francés no da para esa muestra avanzada de cocina molecular. No entendimos ni el aperitivo que era algo así como un "tomate deconstruido" en el que la pulpa roja flotaba sobre una gelatina... En cada una de las cenas tuvimos que evaluar con un cuestionario el servicio como parte de los preparativos para la apertura. Todo un lujo, nunca mejor dicho.