viernes, 30 de marzo de 2018

Iguazú, lado argentino (Argentina /9)

Tuvimos más suerte con el tiempo en el lado argentino de las cataratas. Fue algo inesperado porque la previsión hablaba de lluvias. Sin embargo, a lo largo de la mañana fue clareando y hasta pudimos ver el mítico arco iris (en realidad se forman varios, en distintos puntos). También, por efecto del mejor tiempo, había muchas mariposas, por todas partes, y de todos los colores, rojas, azules, naranjas... En general vimos mucha más fauna: aves, monos y sobre todo muchos más coatíes. Esos bichos son una especie de ardillas con hocico largo, que se mueven en manadas y buscan comida de manera incesante. Son osados y como les den pie, pueden acosar, literalmente, a los turistas.  

Frente al recorrido único del lado brasileño, el lado argentino de las cataratas dispone de 3 senderos.  Hacen falta unas 6-7 horas para recorrerlos todos, contando con alguna parada de comida o tentempié. A uno de los senderos se accede en mini-trenes que llevan hasta el inicio de un largo sistema de pasarelas de madera sobre el río que conducen hasta la Garganta del Diablo, justo enfrente de dónde acaba también el recorrido brasileño. Fue el recorrido que menos nos gustó porque simplemente va por encima del río y acaba con el mega-despeño de las aguas envuelto en lluvias y brumas constantes. Los otros dos senderos, llamados "superior" e "inferior", son, en cambio, paseos mucho más agradables, con paisajes mucho más variados y algunas oportunidades de ver fauna.