viernes, 16 de marzo de 2018

Despedida de Zurich

Ahora sí. Se acabó. Esta semana pasé los dos últimos días en Zurich. Es el fin de una etapa que comenzó hace más de 3 años, con un primer viaje y el primer runrún de que podría acabar allí como resultado de la fusión de mi empresa. Desde entonces, fueron numerosas las ocasiones en las que vi Zurich en el horizonte, viajes en los que la vi provinciana, u otros en los que la encontré mejor de lo esperado. En cualquier caso, la ciudad se convirtió en parte de mi rutina y mis paisajes cotidianos durante todo 2016, 2017 y lo que llevamos de este año. La voy a echar de menos, aunque supongo que rápidamente me adaptaré a la nueva geografía europea por la que va a transcurrir mi vida profesional. 

Para este último viaje elegí quedarme en un nuevo hotel, justo detrás de la Opera. He calculado en unos 10 los hoteles diferentes que utilicé en la ciudad, en distintos barrios. Esta última opción me gustó bastante, al lado del lago, y de la estación de Stadelhofen, así que está muy bien comunicado. Me sirvió para darme un último paseo nocturno de despedida. A la mañana siguiente, en la ruta a la oficina pasé andando por el World Trade Center, aquel centro de conferencias dónde nos reuníamos antes de la fusión, cuando legalmente no podíamos todavía vernos en las oficinas de la empresa. Fue una manera excelente de cerrar una etapa en la que he disfrutado mucho en lo profesional, y también en lo personal. Mi última foto fue para ese aeropuerto, tan cómodo y funcional, que ha visto mis constantes idas y venidas.