Acantilados de Kent: ruta de Reculver a Dover
Un coche, un mapa y un territorio nuevo suponen para mi un subidón de adrenalina inmediato. Me genera excitación decidir hacia dónde ir, calcular de cuanto tiempo dispongo, cuales serán las mejores vistas... Un estrés, vamos.
El domingo recorrimos buena parte de la costa del condado de Kent, básicamente ese pico oriental que le sale en el mapa a Inglaterra frente a Francia, en el Canal de la Mancha. Como ya habíamos disfrutado de la magia de Whitstable, arrancamos el recorrido en Herne Bay, muy cerquita de Canterbury. Las mareas bajas son inmensas en este tramo de costa, no muy apetecibles para el baño, pero el paisaje es delicioso, con mezcla de verdes y azules. En las afueras del pueblo están las Torres de Reculver, que son los restos de un fuerte anglosajón y una abadía medieval, pegadas al acantilado. Todo muy cinematográfico.
En la ciudad de Margate visitamos la Turner Contemporary, un centro de arte creado en 2011 para conmemorar que Turner era visitante habitual en verano y pintó muchos de sus paisajes desde allí. En el vestíbulo del edificio había una composición del escultor madrileño Juan Muñoz. Maravillosas esas Meninas mirando al mar.
El cierre de nuestra excursión fueron los Acantilados de Dover, los "White Cliffs", y tengo que decir que ese si es un "básico". Esa combinación de verde, blanco y azul es algo único. Vértigo garantizado. Hay numerosos senderos, más o menos próximos al borde y hay que calcular al menos 2 horas para una visita sin prisas. Aunque menos bucólico, nosotros también nos quedamos embobaditos viendo llegar y salir los numerosos ferrys entre Francia e Inglaterra. La terminal está al inicio del acantilado, y el constante bullicio de camiones y coches entrando y saliendo de los barcos tiene algo hipnótico.