domingo, 28 de julio de 2013

Catedral de Canterbury

El origen del cristianismo en Inglaterra se encuentra en Canterbury. Ahí llegó hace más de 1500 años un monje, San Agustín, enviado por el papa de Roma dispuesto a civilizar a las tribus bárbaras que poblaban esas tierras. El mozo fundó la catedral y también una inmensa abadía de la que sólo quedan las ruinas (segunda foto). Ambos sitios son ahora Patrimonio de la Humanidad.

La Catedral de Canterbury ocupa un recinto enorme, casi un pueblo dentro del pueblo. Visto en el mapa ocupa algo así como la cuarta parte del centro histórico. El interior está situado en varias alturas: el coro más alto que la nave, y la girola a su vez más alta que el coro. Es una de las primeras catedrales góticas del mundo porque un incendio destruyó el edificio original y vinieron maestros de Francia para la reconstrucción, justo cuando el gótico estaba empezando en aquel país. Es el centro espiritual de la Iglesia Anglicana y en la Edad Media se convirtió en un importante centro de peregrinación para venerar las reliquias de un arzobispo que fue asesinado en el interior de la catedral por orden del rey.

Hicimos la visita de la catedral un sábado, el día del cumple de dBt, y había muchísima gente, especialmente grupos de estudiantes. Con todo, no resulta agobiante en ningún momento porque todos los espacios son enormes. Nos sorprendió que pese a ser la catedral más importante del Reino Unido el estado de restauración no era óptimo, en particular el claustro está bastante descuidado, algo que sería impensable en "la Francia" que cuida todo su Patrimonio con primor.