Pruebas médicas, y de las otras
He pasado casi 3 horas haciendo un chequeo médico en Londres. Ha sido una de esas revisiones médicas completas como las que había hecho anteriormente en Madrid con Sanitas. Algunas de las pruebas son distintas: no ha habido placas radiográficas en esta ocasión, y en cambio he tenido exploración de testículos y próstata (da un poco de corte pero es algo muy rápido, y te quedas tranquilo de haberlo hecho). En cualquier caso, los resultados generales son estupendos, incluso me ha bajado el colesterol que lo tenía hace un par de años en el límite de la normalidad y los niveles de riesgo cardiovascular son de los más bajos posibles, a pesar de los antecedentes paternos. Simplemente debería ir algo más al gimnasio, porque he sido algo errático estos últimos meses, y variar más los ejercicios, para recuperar fuerza.
Ha sido un alivio tener buenas noticias en este frente de la salud porque en los últimos días he tenido la sensación de que todo se estaba torciendo en mi vida. Ya empezaba a ver fantasmas por todos lados. En en el piso nuevo, hemos seguido con problemas. Una vez solucionado el asunto frigorífico, hemos estado sin gas un par de días. Una desesperación. Y en el frente laboral, mi empresa sigue empeñada en que haga mi trabajo desde casa o bien que piense en trasladarme a Montreal a partir del próximo año. Ninguna de las dos opciones me gusta. En medio de tanta batalla cotidiana, me he quedado tranquilo al saber que estoy muy bien de salud para poder seguir enfrentando lo que venga.