martes, 21 de diciembre de 2010

Pre-Navidad en Madrid

He acordado con mis padres un encuentro previo a las Fiestas de Navidad, puesto que por primera vez no pasaré la Nochebuena con ellos. Barajamos distintas opciones, que fueran ellos a París o yo a Vigo, pero al final nos decidimos por un punto intermedio: Madrid. Así que llevamos varios días en casa de jap, disfrutando de las comidas con Sargadelos, las charlas y los largos paseos por la ciudad. Como una sombra, sobrevolando los distintos momentos, los ecos del disgusto de los 80, al que mi madre sigue enganchada. Tal vez sea que cuando te haces mayor cuesta más superar algunas cosas, sobre todo las emocionales-familiares.

Entre las novedades de esta visita familiar, el descubrimiento de Casa Arabe, un centro de documentación y exposiciones en la calle Alcalá, al lado del Retiro. Había una muestra de arte alrededor de la caligrafía, bastante interesante. Muy cerca de allí entramos a ver Asomate a Madrid, en la Puerta de Alcalá, una serie de fotos aéreas de la Comunidad muy espectaculares, por las tomas, los colores, o los planos poco frecuentes.

Ayer lunes vimos la exposición de Alejandro Magno en el Centro Arte Canal en Plaza de Castilla. El vídeo 3D sobre Alejandría del inicio es lo mejor. Qué gustazo las recreaciones que se pueden hacer en la actualidad tipo vídeo-juegos. En este caso ves la ciudad perfectamente, el trazado urbano, el faro, el puerto, el sistema de condución de agua... Estupendo, la verdad. El resto de la exposición está bien, con varios vídeos interesantes (entre ellos uno también espectacular de la ciudad de Babilonia) y un montón de objetos de la época. Todas las exposiciones que he visto en este centro sobre civilizaciones antiguas me han gustado, la verdad, muy bien montadas.

En el apartado cinematográfico de estos días, esta vez ha tocado cine de suspense-terror: Los Ojos de Julia de Guillermo del Toro, que les ha horrorizado a todos (de mala), menos a mi. Yo la veo bien hecha, aunque tiene algunos diálogos y situaciones muy esperables.

Tras el encuentro familiar de estos días, mañana miércoles vuelvo a París, dispuesto a pasar unas Navidades con nieve, como manda la tradición.