Vinos y Fuegos
He pasado mi primer catarro francés, o quizás gripe. Nunca lo sabré seguro porque no teníamos termómetro en casa. Te haces consciente de las limitaciones de vivir en otro país cuando tienes alguna pequeña dificultad de las cotidianas, ya sea un cambio de rueda, o un problema de salud.
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Aún entre toses y pastillas nos acercamos el sábado al Carrusel del Louvre a Le Grand Testing, unas jornadas enológicas con docenas de puestos para degustar vinos y champanes franceses. La entrada son 20€ (aunque la mayor parte de la gente va con invitación) y las degustaciones son gratuitas. Compramos allí mismo algo de comer y dimos algunas vueltas. Nos gustó la experiencia aunque nos daba un poco de corte acercarnos a pedir los vinos; veíamos a todo el mundo como muy experto en plan cata y charleta con los encargados de cada stand. Tampoco nos pusimos ciegos, ni mucho menos, entre otras cosas porque teníamos visita a Versalles la misma tarde.
Efectivamente sólo durante el fin de semana pasado organizaban en la Aldea de María Antonieta en Versalles los llamados "Les Féeries de la Reine". Aprovechamos para acercarnos porque aún no habíamos visto esa zona del palacio. El espectáculo era por la noche, con las casitas y distintos edificios campestres con iluminación especial, y un montaje medio teatral con figuras humanas llenas de luces que juegan con bengalas de distintos tipos y distintos fuegos artificiales. Todo bien sin ser espectacular. Bonito con las luces y la nieve. Lo peor fue el barro, aunque claro también daba realismo a la ambientación de aldea.
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