Noche Blanca en Montjuïc
Sigo el relato que dejo interrumpido mi chequeo médico... la Noche Blanca barcelonesa. En la Fundació Miró en la que vimos la expo de Olafur Eliasson, había también una expo japonesa muy kitsch, consistente en objetos reales recubiertos de bolas de cristal. Tenía su punto. También habían preparado un cóctel en los dos patios. Se montaron colas impresionantes antes de empezar; yo pensé que sería por las vistas, pero no, al abrirse las puertas la gente se abalanzó a la barra a pedir su copita.
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Nosotros seguimos ruta... al MNAC (Museo Nacional de Arte de Catalunya). Había una exposición temporal de Duchamp, Man Ray y Picabia, organizada en colaboración con la Tate Modern de Londres, que a mi me llamaba mucho y que resultó todo un fiasco. Me aburrió soberanamente y la recorrimos rápidamente. Aprovechamos para ver parte de la colección permanente del museo, en concreto la sección de Románico que es la más afamada. Me gustó, aunque después de ver The Cloisters en Nueva York... Adjunto una pintura en madera de esas espeluznantes de Inquisición, casquería pura.
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Hicimos descanso para cenar en el restaurante de los Thai Friends y volvimos para ver la Fuente Monumental iluminada y seguir la noche de ocio. Entramos en el Pueblo Español, que me sorprendió muy gratamente porque me esperaba algo mucho más cutre. Es bastante más grande de lo que imaginaba y tiene su gracia. Las reproducciones de arquitectura resultan muy creíbles. En la Plaza Mayor tenían un espectáculo de imágenes y música muy moderno.
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Del Poble Espanyol subimos al Estadio Olímpico para ver a Nawja. Nos quedamos un rato pero no nos emocionaba...en plan canturreos con un DJs. Cansaba un poco (hay que ver lo rápido que me canso de todo últimamente). Al salir aprovechamos para ojear el Museo del Deporte; cero interés salvo una una expo de Kayakart bastante popera (para dar un vistazo de 1 minuto y punto).
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Todavía nos acercamos a otra parte de Montjuïc para intentar ver algo de teatro... pero no hubo forma, cerrado por overbooking. La Noche Blanca de Barcelona había sido todo un éxito de público y nosotros ya habíamos tenido bastante así que vueltita por la zona cruising y para casa.