miércoles, 9 de junio de 2021

Entre amigas en Madrid

Desde que volvimos de Roma, hace una semana, todo ha sido un no-parar de actividades entre amigas. Será que llega el verano, será que nos van vacunando a todas, pero lo cierto es que se nota más actividad social y en seguida surge algún plan para cenar fuera de casa. 

En los últimos días, nos hemos reencontrado con Vitoria y Michael, los amigos americanos de Juan (después de 15 años de usar jap en el blog, pasaré a llamar a Juan por su nombre a partir de ahora). Viven en Filadelfia y acostumbraban a venir todos los veranos a Madrid. Yo llevaba más de una década sin verles, básicamente todo el tiempo que estuvimos viviendo fuera de España, y dBt no los conocía. Nos contamos aventuras de estos últimos meses de pandemia y repasamos la doctrina Woke en Estados Unidos y el alivio por el triunfo de Biden, tras el nefasto período Trump.

También hemos cenado recientemente con Carlos, de Zurich. Cada mes o mes y medio viene por Madrid unos días, así que es una de esas amistades que se está viendo reforzada desde nuestra mudanza. En un primer encuentro, compartimos experiencias de nuestros recientes viajes a Italia, ellos a Florencia y la Toscana, y nosotros a Roma. Tenemos previsto vernos de nuevo el próximo domingo para compartir alguna actividad cultural. 

Alberto también es una de esas amistades recuperadas.  Somos casi vecinos, vivimos a unos 10 minutos andando de distancia, y en los últimos meses nos hemos visto con mucha regularidad. Este fin de semana tuvimos super-pleno, y pasamos un montón de horas juntos, con concierto y cena el sábado, y comida, copa y paseo el domingo. 

El concierto del sábado fue una nueva sesión de Transbaroque, esta vez si parafernalia de vestuario y danza, simplemente un concierto íntimo (éramos 12 personas) con clavecín y violín. Son sesiones muy amenas, entre la locuacidad del presentador que explica siempre el contexto y el repertorio con gran detalle, y el hecho de que hay un intermedio con copa incluida.