lunes, 14 de junio de 2021

Fin de semana de vacunación

Me llamaron para vacunarme a principios de junio, cuando estábamos en Roma, Tuve que postponerlo y acabé eligiendo este sábado para no tener problemas de agenda. Al ser "autocita" sólo tenía un par de opciones de centros de vacunación. El más cercano es el Wizink Center, el antiguo Palacio de los Deportes, en la calle Alcalá.  

Me pareció una experiencia emocionante: ese gran centro, las colas, las salas de espera, el número que te otorgan... En mi  caso, no fue tan rápido cómo dicen. Tardé unos 45 minutos en todo el proceso porque aunque es rápido había mucha gente. Fue tiempo disfrutado observándolo todo y pensando en el prodigio que supone que en menos de un año tengamos tantas vacunas disponibles y se haya montado toda esta campaña de manera tan eficiente. En mi caso, me pusieron la Janssen, ideal para mi porque es mono-dosis y ya no tengo que preocuparme de una segunda cita. No he tenido ningún efecto secundario, nada, ni siquiera hinchazón o dolor de brazo, tan solo molestia si lo toco. 

Ya con la vacuna puesta, nos fuimos a comer a Fuente el Saz con mi Hermano 1 y Cuñada. Fue una comida y sobremesa agradable en su casa. Ahora que estamos en Madrid, vamos regularizando cierto contacto con ellos, tanto telefónico como presencial. Esta era la tercera vez que nos veíamos desde la mudanza, lo que viene a suponer un encuentro cada 3 meses. 

La otra gran actividad del fin de semana fue la visita al Monasterio de la Encarnación, situado en un lateral, entre Opera y el Palacio Real. Había estado hace muchos años, con mis padres, y me encantó volver. Lástima que no se puedan sacar fotos. Tiene un patrimonio artístico muy importante, una iglesia preciosa, un claustro recubierto en su totalidad de grandes lienzos, y un relicario impresionante, incluyendo la misteriosa sangre licuada de San Pantaleón. Hicimos la visita con Juan y Carlos (de Zurich), y quedamos todos encantados. El cuadro que más nos llamó la atención fue el "Intercambio de Princesas" españolas y francesas en la frontera del Bidasoa (1615). 

El fin de semana no dio para mucho más porque yo tuve que trabajar sin parar en un documento para una reunión importante que tengo el martes. Me ocurre muy raramente así que no me quejo en absoluto. Bastante ha dado de sí el fin de semana a pesar de todo.