Fundación Louis Vuitton
El sábado estuvimos de estreno. Probamos por primera vez el sistema de urgencias de París. Justo antes de sentarnos a desayunar, dBt tuvo un accidente doméstico: empotró la cabeza contra una esquina de estantería y acabamos yendo al hospital para que le dieran 5 puntos. Todo bastante aparatoso, porque no sabíamos a dónde ir, pero sin llegar a ser verdaderamente grave (si me llega a pasar a mi, otro gallo cantaría, claro).
Al salir de urgencias, nos fuimos a la Fundación Louis Vuitton, recién inaugurada. Habíamos comprado entradas por internet para las 2 de la tarde y con el lío del hospital llegamos a las 4, pero nos dejaron pasar igualmente. Gracias a eso disfrutamos del atardecer. El edificio, obra de Frank Gehry, el arquitecto del Guggenheim, tiene todos los elementos para convertirse en una nueva meca artística. Actualmente, la colección de arte no es especialmente relevante, con excepción de una instalación de espejos y paneles amarillos de Olafur Eliasson. Todo está pensado, en estas primeras semanas y meses, para disfrutar del edificio, sin grandes distracciones. Es todo un retorcimiento de acero, cristal y cemento de nueva generación (por cierto, proporcionado por mi empresa). Hay varias terrazas exteriores que permiten disfrutar de las vistas en todas direcciones. Supongo que con la llegada del invierno, todos esos exteriores del edificio serán menos disfrutables y la atención se concentrará en las exposiciones temporales.