sábado, 20 de marzo de 2010

Vida social y culinaria

Cuando te mueves de ciudad una de las dudas que surgen en tu cabeza es qué tipo de vida social vas a hacer, si conocerás a gente, si te sentirás aislado o solo...  Conozco a algunas personas a nivel profesional con las que me quiero ver, pero hasta ahora no he tenido ni tiempo para contactarlas. He calculado que hemos cenado con amig@s más de un tercio de las noches de estas últimas 3 semanas en París.
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Ha sido todo algo casual: primero estuvieron Alberto y Lino, todo un descubrimiento, pasando unos días por aquí, y quedamos varias noches para cenar;  otro día estuvo Sonsoles de paso para impartir un curso, y otra cena al canto. Esta semana en Munich aproveché para verme con Başak y cenar y hablar sin parar para ponernos al día.  Estos últimos días tenemos a Javier en casa, así que tenemos cenitas y jarana a diario.
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Cada vez disfruto más de la comida y el vino como acto social. Cuando era más joven no me interesaba nada y en cambio ahora me parece todo un ritual: escoger el restaurante en función del sitio y el tipo de comida, el vino, la charleta... Todo un placer y una forma estupenda de conocer sitios nuevos. Hemos probado ya 3 thais diferentes, varias brasserias francesas, un marroquí, un japo, el Barrio Latino del grupo Budha Bar y el Derrière, un local moderno/alternativo. También hemos estado en el super restaurante de moda, Kong, en la parte de arriba de la tienda Kenzo, con una cúpula espectacular, diseño de Philippe Starck y vistas al Pont Neuf. Poco a poco nos vamos familiarizando con los vinos franceses: bastante buenos pero carísimos, imposible encontrar nada por debajo de los 25€. Una pena que ya no sepa cenar fuera de casa sin vino ;).
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