La oficina
Me siento muy a gusto en la oficina de París. Tuve buena entrada, la verdad: un conserje gallego en la puerta pilló al vuelo mi pronunciación forzada en francés de Marie-Noelle Arnaud (la secretaria francesa por la que tenía que preguntar), así que me eché unas risas nada más llegar. Además, la secretaria en cuestión resultó ser realmente encantandora. Habla poco inglés y tiene esa bendita paciencia de hablar lento en francés y corregir mis errores si lo intento hablar; es un cielazo y muy simpática. Adicionalmente han venido a presentarse varias personas por iniciativa propia, así que no puedo tener queja por ahora de los franceses.
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Mi despacho es amplio, con mucha luz y con vistas a varios iconos arquitectónicos de la ciudad: el panteón al fondo, el rascacielos de la torre Montparnasse y la parte superior de la Torre Eiffel en un lateral. En esta primera semana de días soleados me quedaba embobadito mirando la ciudad.
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El edificio de oficinas es compartido. Mi empresa tiene 3 plantas de un total de 9. En el sotano hay un mega restaurante-buffet al que van también personas de los alrededores. Se come bien y barato, porque la comida está subvencionada. Pago menos de 5 euros.
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Más allá de la gente, las vistas o la comida, es una gozada que la oficina esté situada en una zona urbana (algo inusual en mi empresa). En 5' caminando estás en los Campos Elíseos/Arco del Triunfo, así que es una zona perfecta para volver caminando a casa. Estos 3 primeros días de trabajo, desde el miércoles, vino a buscarme dbt y volvimos a casa por diferentes rutas. Tardamos una hora y cuarto pero es todo taaan bonito y monumental... Como no llueva, me veo caminando muchos de los días de primavera y verano.