Evian-les-Bains
Octubre acaba con pleno de fines de semana fuera de Ginebra. Empezó con Almería, continuó con Chamonix, y siguió con el finde anterior a caballo de Vigo y Madrid. Cierro un mes tan movidito, y placentero, con una breve estancia en Evian-les-Bains. Hemos aprovechado que David tenía fin de semana libre (algo que ocurre muy esporádicamente) para acercarnos a esa "mítica" ciudad francesa, situada a apenas una hora en tren de Ginebra y conocida, por supuesto, por el agua de Evian.
Es una ciudad pequeña, cuidada, con algo de arquitectura tradicional y volcada en el lago Lemán y en sus numerosos hoteles-spa. No conseguimos cuadrar horario en ninguno para hacernos algún tratamiento, así que es algo que nos queda pendiente para otra visita. Nos limitamos a callejear, visitar la fuente original del agua de Evian, pasear por el lago y subir andando (el funicular está ya cerrado) hasta el hotel más lujoso y grandioso de todos, el Royal Hotel, que merece una visita aunque sólo sea para pasear por su parque, admirar las vistas y tomarse un café.