miércoles, 26 de diciembre de 2018

El legado YSL en Marrakech

Pasamos un día de Navidad precioso y peculiar. Empezamos el día pagando una "fortuna" (considerando el estándar local) para que un taxi nos acercara al Jardin Majorelle. No teníamos todavía ninguna referencia de tarifas y un trayecto que no debería costar más de 4 euros acabó costando 14.

El jardín es una pequeña joyita en el norte de la ciudad. Fue diseñado en los años 20 del siglo pasado por el artista francés Jacques Majorelle que "inventó" el azul añil con el que pintó su casa-taller y otros detalles del jardín botánico que creó alrededor. En los 60 quedó abandonado y en los 80 Yves Saint-Laurent y su pareja, Pierre Bergé, lo compran y rehabilitan. Hoy está impecable, super resplandeciente y cuidado y constituye una de las atracciones más agradables de Marrakech.

Pegado al Jardín Majorelle, se encuentra el Museo de Yves Saint-Laurent, que lleva abierto poco más de un año. Me encantó el edificio con un enorme cilindro de entrada. Tiene un gran auditorio dónde proyectan un video sobre la carrera del modisto, y un gran pabellón, muy bien montado, con muchos de sus diseños. El café tiene una comida (marroquí) francamente excelente, así que entre la visita y esos platos deliciosos tuvimos un día de Navidad inolvidable. Completando el acierto de día, el museo tiene ahora mismo una exposición temporal muy potente de retratos realizados por Leila Alaoui, una fotógrafa fallecida hace un par de años en un atentado mientras trabajaba para Amnistia Internacional.