viernes, 14 de diciembre de 2018

Serbia y Croacia

Semana de trabaja completa entre Serbia y Croacia. Son países con los que conservo recelos por su pasado ultra-nacionalista y agresivo. De hecho, es la primera vez en mi nueva etapa profesional que deliberadamente he evitado mencionar que estoy casado (con un hombre). Sé que acabaré saliendo del armario también con ellos, porque ya lo sabe toda la empresa pero decidí medirme un poco en este primer contacto "sobre el terreno". 

En Serbia sólo visité Belgrado, una ciudad a la que le vi un encanto extraño. La oficina está en "Nueva Belgrado", una llanura de avenidas super anchas, con una apoteosis de arquitectura en cemento, muy al estilo socialista (las dos primeras fotos de abajo). El centro de la ciudad, en cambio, se sitúa entre colinas, con cúpulas aquí y allá de iglesias ortodoxas. Sólo lo visité brevemente en coche pero tendré que volver a la ciudad en enero así que tendré una nueva oportunidad pronto. 

En cuanto a Croacia, recorrí bastantes kilómetros, ya que tuve que visitar centros de trabajo tanto en el este, en la ciudad de Osijek, como en el oeste, en Riyeka, en la costa. Fueron muchas horas de coche, y con variedad de tiempo metereológico, desde el solazo a la nieve. Voy a tardar unos meses en volver y para entonces espero que lo peor del invierno haya pasado para poder hacer algo de turismo.