miércoles, 17 de mayo de 2017

Catedral y Necrópolis de Glasgow

Lo mejor de Glasgow es su necrópolis o, al menos, ha sido, para nosotros la gran sorpresa del viaje; una maravilla. Nos pilló desprevenidos porque no habíamos leído nada; simplemente íbamos con intención de ver la catedral y nos tropezamos al lado con ese cementerio encantado. La primera vez lo visitamos brevemente al atardecer, con esa luz del final del día que hace todo más mágico. Al día siguiente volvimos para pasearlo con más calma. Tiene aspecto de colina encantada, con multitud de monumentos funerarios: obeliscos, cruces, estatuas... Por lo visto está inspirado en la idea de cementerio-jardín de Pére Lachaise en París y aunque no tiene tanto tanto famoseo enterrado, yo le veo más encanto. Tiene vistas a la ciudad y a la catedral, y rezuma ese verde intenso de Escocia que satura la retina. 

En cuanto a la catedral, también está muy bien;  gótico del siglo XII, con vidrieras contemporáneas que dan el pego. Está muy bien pero no deja de ser prescindible, dadas las mega-catedrales góticas que hay en Francia. En cambio ese cementerio es totalmente memorable y ciertamente un básico de la ciudad.