viernes, 20 de marzo de 2015

Eclipse laboral

La anunciada fusión de mi empresa vivió en los últimos días sus momentos más bajos, con continuas filtraciones a la prensa aireando los trapos sucios. A principios de semana parecía que todo se se iba al garete. Al final el proceso sobrevive, con un nuevo acuerdo financiero y con cambios en la alta dirección del nuevo grupo. Un auténtico culebrón que sólo augura nuevas cuchilladas en los próximos meses. 

El anuncio de la pipa (temporal) de la paz llegó en la mañana del viernes, coincidiendo con el eclipse de sol. Lamentablemente no lo pude disfrutar nada: una nube de contaminación intensa ha cubierto París en los últimos días, haciendo imposible ver nada. Además, pasé todo el día encerrado en una sala de reuniones, como parte del proceso de preparación de la (renacida) fusión. Cuando acabé, me fui en tren a Londres. Para olvidar el lado tenebroso de la vida corporativa, cenamos rodeados de obras de arte en el Frederick´s, un restaurante muy cuco en Islington, al lado del metro Angel.