Hampton Court
Pasamos el domingo de Pascua en Hampton Court, un palacio a las afueras de Londres, que fue la residencia de Enrique VIII. El día era gris y lluvioso, desapacible, así que nos perdimos los jardines, incluido un famoso laberinto. Ha sido el único día malo de las vacaciones pero los abuelos no están para pasar frío (y nosotros tampoco). Así las cosas, nos centramos en los interiores, que dan para muchas horas. El edificio tiene dos secciones principales, la Tudor, de la época de Enrique VIII (en torno al 1500) y la barroca (en torno a 1700), con claro parecido "versallesco". El arquitecto de esta segunda parte fue Christopher Wren, el mismo de los edificios de Greenwich y de la Catedral de St Paul (lo típico de que no conoces a alguien y de repente el mismo nombre aparece hasta en la sopa).
La audio-guía de la visita está organizada en 6 recorridos temáticos y nosotros hicimos 5. Lo más interesante es la parte Tudor, con las antiguas cocinas, la capilla, y los apartamentos de Enrique VIII, que incluyen un gran salón que sólo por si mismo justificaría una visita. Hay también numerosos retratos interesantes de la familia del rey, y por lo visto en una de las galerías vaga también el fantasma de una de las esposas que mando asesinar.