Museo de Arte Contemporáneo de Montreal
Primer pinchazo en Montreal. El museo de arte contemporáneo nos ha dejado fríos. Había una "performance" de una pareja dándose el lote sin parar en el vestíbulo, revolcándose todo el rato por el suelo con movimientos muy lentos; un agotamiento. También bastante decente la exposición "Uraniborg" de Laurent Grasso que juega con el espacio y el tiempo, creando una especie de laberinto de salas con muy poca luz, combinando instalaciones audiovisuales y cuadros actuales pero de estilo pintura flamenca antigua. El resto de la visita cero interés. La principal exposición era sobre la "Abstracción", y definitivamente no puedo con ella.