Metalurgia pura y dura
Para compensar el exceso de entusiasmo de mi entrada anterior, tan llena de arte en el entorno de trabajo, hoy tengo que reseñar mi visita a un centro metalúrgico de mi empresa a unos 90 km de Montreal, apenas una hora en coche. No se podían hacer fotos, así que que me sirvo de una foto en internet desde la otra orilla del río. Es todo rollo metalurgia pesada: altos hornos, acería, y varias plantas de transformación. Todo bastante duro, y probablemente contaminante. Lo que más me ha gustado ha sido ver las barras de acero, todavía moldeables al rojo vivo y como van pasando por unos rodillos para darles forma de cilindros y... voilà, listas para ser utilizadas en la industria automovilística o los pozos de perforación petrolíferos.