El casco histórico de Montreal
Después de 3 semanas en Canada, he vuelto a Londres. Es una parada de apenas 2 días para seguir a París, dónde tengo la última sesión del Máster. Me quedaba un tema pendiente de comentar sobre el viaje. Y es que probablemente lo más conocido de Montreal es que tiene uno de los pocos cascos históricos de los que se puede hablar en América del Norte, el Vieux-Montréal. Digamos que es un batiburrillo con encanto de entre los siglos XVII y principios del XX. Para estándares europeos, no es nada como para tirar cohetes, pero está muy animado, entre restaurantes, bares y tiendas. El edificio más emblemático es la basílica de "Notre-Dame".
Y con esto pongo punto final, o quizás y seguido, al relato de un largo viaje que me ha encantado, sobre todo por esa combinación de un estilo de vida americano con uno francés, algo bastante único en el mundo, y que bien merece incluir a Québec, en la lista de sitios re-visitables varias veces. Amén.