El Reino del Aluminio
He visitado esta semana el Saguenay, una región enclavada en un valle a unos 200 km al norte de la ciudad de Québec y a unos 450 de Montreal. Por lo visto toda la zona es una maravilla natural, una especie de fiordo que conecta el lago Saint-Jean con el río Saint-Laurence. Yo poco he podido apreciar porque hice el viaje en el día por motivos de trabajo. Una avioneta con capacidad para transportar unas 15 personas hace el viaje desde Montreal en aproximadamente una hora.
El objetivo de mi visita era conocer el complejo de instalaciones del aluminio que mi empresa tiene en la zona. No creo que haya muchos así en todo el mundo: 6 fábricas de aluminio, una de alúmina (la fase previa de obtención del metal), un puerto en el que se descarga el mineral que viene de Africa y el Caribe, plantas de compuestos auxiliares, un centro de investigación... Y además, 6 presas hidroeléctricas en propiedad que generan el 90% de la electricidad necesaria para las fábricas. La mayor parte del coste de producción del aluminio viene de la cantidad de energía que requiere por lo que obtenerla a bajo coste es una gran ventaja competitiva. El acceso a la electricidad, a través de permisos para construir presas, es la razón que explica la presencia de la empresa en el valle en los años 20 del siglo pasado. En la segunda guerra mundial se instaló una base aérea del ejército, que aún continúa hoy, para proteger las instalaciones.
En fin, que en ese valle al menos 3 generaciones llevan trabajando en las mismas empresas. Todo un reino independiente del aluminio, y fuertemente sindicalizado. En invierno todo está bajo la nieve y el hielo; el puerto funciona gracias a un buque rompehielos y las presas siguen generando electricidad porque el agua sigue corriendo bajo la capa de hielo. Me he prometido volver, pero en plan vacaciones, y en verano, para disfrutar del kayak en el fiordo y el lago.