Brujas con silla
Hemos viajado esta última semana con una silla de ruedas alquilada. Era la mejor solución para la movilidad de Ana, para que no acabara agotada el primer día. Nuestra primera parada fue en la ciudad belga de Brujas, uno de esos mega-destinos turísticos que acumula sobredosis de turistas por metro cuadrado. La ciudad tiene mucho encanto, mucho más del que yo esperaba de un destino masificado. Tiene un casco histórico perfectamente conservado y una serie de canales que le otorga carácter fotogénico a casi cada esquina. Eso sí, todo el suelo está adoquinado y eso convierte pasear con una silla de ruedas en todo un rally. Con todo, "rodamos" la ciudad arriba y abajo y visitamos algunos museos. Especialmente interesante ha sido la Sala de los Primitivos Flamencos en el Museo de Bellas Artes (Groeningemuseum) y los cuadros de Hans Memling en el Hospitaalmuseum.