viernes, 8 de julio de 2011

Reims

El fin de semana pasado, el de la Ruta del Champagne, hicimos noche en Reims. Nos quedamos en un hotelito en un barrio periférico. Un sitio sin demasiada gracia pero con una piscina maja (que no utilizamos) y un servicio de masajes (que sí probamos y nos sentó muy bien). 

La ciudad fue muy dañada enla I Guerra Mundial y por eso no tiene el encanto de un casco histórico al estilo de otras ciudades francesas, como Rouen o Amiens. Sin embargo, además de bodegas de Champagne, tiene 3 lugares Patrimonio de la Humanidad:

Catedral. Es el lugar dónde se coronaban todos los Reyes de Francia. Quedó muy dañada también durante la I Guerra Mundial. El exterior es impresionante por la escultura. El angel sonriente que se ve en la foto de abajo (el último a la derecha) es el símbolo de la ciudad. El interior es más normalito; las vidrieras de la primera foto son de Chagall y las segundas son de un artista alemán (Knoebel) y se acaban de instalar para celebrar los 800 años de la catedral. También hay este verano, en el marco de las celebraciones, un espectáculo de luces y música en la fachada de la catedral que devuelve toda la policromía a las estatuas.

Palacio de Tau. Está pegado a la catedral y era dónde se quedaban los reyes cuando iban a la ceremonia de coronación. Contiene estatuas originales de la fachada así que es muy interesante para verlas de cerca.

Basílica de Saint-Remi (penúltima foto abajo en vertical). Me encantó por dentro y por fuera. Es incluso más antigua que la Catedral, tiene unos 1000 años. Contiene la tumba con las reliquias de Saint-Remi, el obispo que bautizó al rey Clovis en el año 496. Esa conversión al cristianismo originó la tradición posterior de la coronación de los reyes en Reims. 
Además de visitar los lugares Patrimonio de la Humanidad nos acercamos al Museo de Bellas Artes. Nos decepcionó un poco porque nos esperábamos uno como el de Orléans. Este es más normalito, aunque nos sirvió para descubrir a un artista japonés, nacionalizado francés y convertido al Catolicismo que se llama Foujita, del que había dos cuadros de gran formato.

Fue un fin de semana hiperactivo, muy bien aprovechado, pero hemos notado las consecuencias toda la semana en forma de cansancio y sueño. Literalmente arrastrados hemos estado para ir a clases de francés por la mañana y trabajar por las tardes.