Explorando Normandía
Tras el calor húmedo de Mali, el otoño lluvioso de Normandía. Por el medio una semana de trabajo en París de no parar, entre actividades de selección en una Escuela de Negocios, reuniones fuera de la oficina, y convivencia con pacientes de Alzheimer en un hospital. Pero al menos el viernes me lo he podido tomar libre y de esa manera hacer un fin de semana largo, en plan sorpresa, para celebrar el 5º Aniversario con dBt.
Hemos empezado por visitar Rouen, la capital de Normandía, que está a orillas del Sena y es dónde Juana de Arco fue quemada en 1431. En el lugar de la hoguera hay ahora una iglesia un tanto extraña y una gran cruz. La ciudad tiene una enorme e impresionante catedral que fue motivo de inspiración para muchos pintores impresionistas. El caso histórico está muy bien cuidado, fue reconstruido tras la 2ª Guerra Mundial, y tiene mucho sabor medieval con sus casas de colores con vigas de madera a la vista.
La visita de Rouen la hemos hecho hoy viernes por la mañana, después de hacer noche allí. Anoche cenamos en plan celebración en el restaurante Gill, muy recomendable para una noche especial (mucho estilo y mucho precio). Es de esos sitios que además de tu enttrada te traen otra de la casa, mientras esperas, y además del postre te traen otro postre, de nuevo mientras esperas. Total, que sales hinchado.
Hoy también hemos visitado Honfleur, en la desembocadura del Sena. Un pueblín muy mono y algo pijo. Tiene un puerto deportivo en pleno centro histórico, pero le queda bien, porque alrededor todo son casitas con mucho encanto. El pueblo tiene además la iglesia de madera más grande de Francia, del siglo XVI, la Iglesia de Santa Catalina.
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