domingo, 25 de abril de 2010

Escenas cotidianas parisinas

Estoy de vuelta en los cursos intensivos de la Aliance Française después de varias semanas de parón. Implican todo un ritual diario: correr por las mañanas a coger la línea 4 de metro, café de agricultura biológica durante el descanso de las 11 y, algunos días, comida con dbt al salir de clase, a las 13, en el Café Saint Placide, de la rue Rennes. Esa brasserie se está confirmando como nuestro sitio preferido de la ciudad. Tiene todos los ingredientes necesarios: situación en una esquina con amplios ventanales, decoración y saborcillo de café de toda la vida, comida buena,  y barata, y, sobre todo, un servicio estupendo. Hay una chica con algo de cojera que nos recibe siempre super sonriente y es el colmo de la amabilidad y la eficiencia.
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Nuestro barrio, Montorgueil, está super animado a diario. El tiempo sigue tan soleado que la gente se tira a la calle. Vamos haciéndonos con nuestras tiendas y productos preferidos de la calle, como los aceites de sabores de Oliviers & Co o los chocolates de À la mère de famille. Este fin de semana hemos probado por primera vez el "pain de mie" artesanal: el pan de molde. Ya no creo que volvamos al Bimbo... También hemos descubierto esta semana, un invento francés genial: el "cafe gourmand, un expresso o café con leche acompañado de 3 pequeños postres. Me hablaron por primera vez de él en una comida de trabajo pero pensé que era una especialidad de aquel restaurante. Después ya comprobamos que era muy habitual; lo tienen hasta en el Starbucks.
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También he tenido mis primeras experiencias con el corte de pelo. Del montonazo de peluquerías que hay por todos lados, me he decidido por una que tenemos prácticamente puerta con puerta: Goujouni. La lleva un libanés bastante majo con el que voy desarrollando algo de conversación en francés. He bajado ya dos veces y en las dos ocasiones llegué tarde porque no me enteré de la hora; muy gracioso (y penoso).
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Claro que no todo es "Sensación de Vivir" en París. También hay penas. La última que hemos estado 24 horas sin luz. Nos la cortaron porque la dueña no había pagado el recibo. Por lo visto, en la agencia inmobiliaria no saben nada de ella en el último mes y medio. Sospechan que le haya pasado algo... La agencia se encargó de pagar el recibo y nos restablecieron el servicio al día siguiente; así que al menos no se prolongó mucho. No como la lavadora: llevamos con ella estropeada todo un mes!!. Parece que en breve nos traeran una nueva (supuestamente hoy domingo nos la entregaban por la mañana pero aquí no apareció nadie). En fin, bastante lamentable dado el precio desorbitado que pagamos por el alquiler.
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