Semana en Munich
Cuatro días de reuniones, en su mayor parte aburridas, en pueblitos alrededor de Munich. Hotel, de estilo rústico con nombre en alemán que significa "agricultor" o granjero; camareros con vestiditos tradicionales de Baviera y llave de la habitación de esas de las de bola que pesan un mundo; esto es lo que queda del glamour empresarial :) Todos los días he tenido cenas organizadas en grupo (que fijación) en sitios estupendos; al menos en la restauración aún se nota un nivel.
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El fin de semana me he quedado en casa de Başak para poder conocer un poco más la ciudad (pura coincidencia: el fin de semana pasado ella en Madrid, y este yo en Münich). El viernes por la tarde nos separamos por unas horas: ellos se fueron a ver el partido Turquía-Croacia a un sitio público de pantalla grande, y yo me quedé paseando por el centro de la ciudad y conociendo el barrio gay, que tiene bastante más vidilla de la que hubiera esperado. Después nos encontramos para celebrar la victoria turca en el partido: apoteósico. Fue una victoria de las del último momento: prórroga, gol de Croacia poco antes del final y gol de empate de Turquía en el último minuto. Después ganó Turquía en los penaltis... y la ciudad se desbordó. Impresionante; era como estar en Turquía; miles de personas en la calle, coches y más coches tocando la bocina, banderas de la medialuna roja turcas por todos lados, gente saltando, gritando... Una oportunidad excelente de vivir el poderío numérico de los turcos en este país.
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El sábado nos levantamos a las tantas e hicimos desayuno-comida en la terraza de casa. La tarde la pasamos en uno de esos lagos alemanes que yo tenía tantas ganas de conocer. Están muy bien; amplios, cuidaditos, con cesped, agua super cristalina y a buena temperatura; no masificados. Me fui de paseo hasta el lago nudista; el perfil de gente era más bien madurita pero también había algunos gays merodeando, para no variar.
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Me ha gustado vivir el verano alemán de lago; la próxima vez iré mejor preparado con gafas de nadar y chanclas. Me bañe varias veces pero sin gafas no nado a gusto. Otra inconveniencia de la tarde (yo ya como los viejos me quejo de todo) fue que en el chiringo no había agua sin gas (que manía tienen los alemanes con el agua sin gas... la tienen siempre de varios tipos, con más, con menos...).
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Cuando volvimos del lago, nos fuimos a cenar a un parque, a un "Biergarten", algo muy típico de aquí (ya dije en otra ocasión que aquí es todo algo castizo). El tema consiste en que te compras la comida (opcional, porque también te la puedes llevar de casa) y la bebida (obligatoria; triunfan los garrafones de un litro de cerveza) y te vas con tu bandeja a sentarte en uno de los cientos de mesas bajo los árboles que hay por allí (literalmente cientos!). Todo a rebosar de alemanes bebiendo y comiendo y viendo la televisión (fútbol de eurocopa) en grandes pantallas de video. Bien para vivirlo una vez, pero dudo que me pillen a mi en otra cosa tan folclórica; no soporto las "feiras" y "festas" de Galicia, con sus empanadas, pulpo y vino del país, como para venir aquí a Baviera a ensalzar el ruralismo. No, no, no, eso sí que no. Prefiero el barrio gay :)