Alemania castiza

Vuelvo de unos días de reuniones en Munich. En el viaje de ida me leí Gay Tales, una recopilación de cuentos clásicos en versión gay. En realidad el único que me gustó fue el primero, de David Cantero, El Vello Durmiente. Muy bien las ilustraciones y los textos, con un humor muy ajustado a la vida moderna gay. El resto de cuentos me decepcionó bastante.

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Los días de Munich me han sentado bien. Reunión con los compañeros de Recursos Humanos que trabajan en los países emergentes. También algo de tiempo para ver un poquitín del casco histórico de la ciudad y para quedar con mi amiga Başak, la que se casó en el Bósforo el mes de Septiembre pasado. Ella lleva viviendo allí unos 6 meses y lo que más echa de menos es un tiempo más templado. Valora muy positivamente lo cómoda que es la vida, comparada con la de Istanbul. Todo limpio, ordenado y con una sola parada de metro se pone en su trabajo. Su marido alemán y un amigo comentaban las "particularidades" de la vida en Baviera, el Estado de Alemania cuya capital es Munich. Allí gobierna desde siempre el CSU, una especie de UPN, asociado a la CDU de Angela Merkel. El partido vive ahora sus horas más bajas, pero eso significa una estimación de voto del 48% porque en las anteriores obtuvo un 62%!! El gran éxito del partido ha sido aunar modernidad y el más rancio catolicismo. Su eslogan traducido sería algo así como "portátil y traje regional". Todo muy apropiado para esta zona de Alemania tan bucólica, llena de prados, florecitas y edificios lindos. Yo la veo ideal de visita, pero creo que ese estilo germano-castizo me provocaría ansiedad permanente.