domingo, 11 de mayo de 2008

Cocinas variadas

Estos días de lluvia en Madrid (bueno, lluvia en toda España, lo sé, pero en Madrid creemos que esto es España, sino que se lo digan a cierto Partido) me he dedicado a hacer cuchipandi con amigos diversos. El viernes por la noche estuve en Allora Qui, en Malasaña, con Charo y con el matrimonio feliz M de Lux y G de Marbella (dicho así, quedan muy high class). Después de muchos meses sin vernos hablamos un poco de todo, la típica agenda de trabajo, algo de lo personal y mucho ocio y vacaciones. Cenamos bien y a buen precio, como es habitual en este sitio.
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El sábado, que llovía sin parar en Madrid, me vi con Miguel ex-IBM, que ahora trabaja en Copenhagen. Estuvimos en el Samá-Samá en Chueca. La cocina está bien aunque el menú de 18 euros no me volvió loco. He comido mejor otras veces a la carta. Por cierto, la web que tienen es una pesadilla, de esas con flash y músiquita que te acaba sacando de quicio.
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Hoy domingo se suponía que me iba de viaje a Estados Unidos por trabajo. Pero se ha cancelado: las multinacionales también lloran y tienen que ahorrar. Había fiesta de Amnistía por su 30 aniversario delante del Reina Sofía. Y allí me bajé con jap. Comparada con la fiesta que hace Intermón-Oxfam, esta era muy modosita. Una actuación de jazz, unos murales y una mesita de recogida de firmas. Ni productos de merchandising tenían. Ya que estábamos allí fuimos a comer al Arola del Reina Sofía, que ya tenía ganas. Dicen ellos "la creatividad que se come" pero ciertamente también la pagas. El local no puede ser más desangelado el pobre. Y mira que yo soy moderno :)). No comimos mal aunque las croquetas de gorgonzola estaban algo frías. Pero caro en su conjunto, 50 euros por persona, para un espacio y un servicio de lo más normalito. Claro que ahora acabo de ver las críticas en internet y son devastadoras. Un buen ejemplo de cómo los hoteles y restaurantes deben estar al tanto de lo que se dice en la web, porque les ayudaría a aprender y poder cambiar muchas cosas. Supongo que en el futuro se equilibrará un poco lo de la restauración: no es sostenible precios tan altos y camareros tan mal pagados. Hay algo que no cuadra.