domingo, 1 de octubre de 2017

Hockney y la Independencia

Reconozco que llevo días obsesionado, y muy disgustado, con el tema de Catalonia. Prefiero no decir Cataluña o Catalunya para que nadie me tache de ser españolista o indepe, demócrata o fascista, o cualquiera de esas dicotomías simplonas en estos tiempos de banderitas. Me repugna la violencia policial de este 1 de Octubre, al igual que el autoritarismo indepe del 6-7 de septiembre cuando decidieron saltárselo todo, arrasar con la oposición, y pisar el acelerador hacia la república porque  Catalonia es sólo el 48% que les votó. Una pena que no quede más gente fronteriza, como leía recientemente en el artículo "Identidad es una palabra peligrosa".

En medio de todo este drama, me quedo con la belleza de los cuadros de David Hockney, del que hacen una retrospectiva muy completa enfrente de casa, en el Pompidou. Esos personajes acomodados y distantes, que no se hablan entre ellos y esos paisajes coloridos, utópicos, encajan bien con estos tiempos tan convulsos y tristes que vivimos.