domingo, 10 de mayo de 2015

Lugo

Por fin he conocido Lugo, después de tanto tiempo en mi lista de sitios pendientes. Mis padres vinieron desde Vigo en autobús, y jap y yo en coche desde Ribadesella. Era complicado hacerlos subir hasta Asturias directamente, y encontrarnos todos en Lugo era una alternativa viable. 

Apenas nos hemos aventurado fuera del recinto histórico, más allá de la muralla romana. La única excepción ha sido bajar al río Miño, al puente romano, que forma parte del Camino de Santiago. Nos dimos cuenta entonces de que la ciudad es más grande de lo que parece, y además tiene cuestas considerables. La catedral nos encantó por fuera y nos decepcionó por dentro (ausencia de perspectiva de la nave porque la tienen dividida en dos, con dos altares diferentes). Como era esperable, lo mejor de nuestra tarde de domingo fue recorrer una buena parte de la muralla (después de la bajada al río, mis padres no tenían el espíritu de una muralla entera).