martes, 19 de mayo de 2015

Final de vacaciones en Invernalia

Estoy de vuelta en el trabajo y me espera una semana algo dura. En mi empresa anuncian el impacto de la fusión en la oficina de París y el drama ya se palpa en el ambiente. Por mi parte, mantengo la calma y tengo claro que irme a Zürich no es una opción. Tendré que llevar lo mejor posible la incertidumbre de los próximos meses, hasta que sepa si finalmente me ofrecen otra posición interesante en París o si tengo que buscar trabajo en otra empresa. 

Estoy contento de haber cogido la semana anterior de vacaciones porque me ha servido para dormir bien y cargarme de energía positiva para afrontar la nueva situación en la empresa. Mis padres han estado encantadores, como siempre, y, a ratos, maniáticos y algo pesaditos. El lujo ha sido compartir las vacaciones con ellos y con jap. Es evidente que le adoran, y no es de extrañar, porque él está siempre pendiente y dándoles conversación todo el tiempo (no como yo, que desconecto a menudo). 

El sábado pasado, después de dejar a mis padres en la estación de León para que volvieran a Vigo, jap y yo volvimos a Ribadesella (rebautizada recientemente como Invernalia). Comimos un arroz estupendo en el Restaurante El Mirador de Lastres y dimos un paseo por la Playa de la Vega. Tuvimos tiempo para analizar y comentar la semana de vacaciones y la cantidad de viajes que llevamos hecho juntos con mis padres; un gran montón de recuerdos y cariños compartidos.