viernes, 15 de mayo de 2015

Cueva de Tito Bustillo

Después de Ribadeo y la Playa de las Catedrales, hemos pasado el resto de esta semana de vacaciones con mis padres en Ribadesella, en la casa de jap. Han sido días muy tranquilos, de charletas y paseos por el campo. Visitamos también la Cueva de Tito Bustillo, que mis padres no habían visto en su viaje anterior, hace 5 años. Yo sí había estado pero no me importó nada repetir. Frente a mi visita anterior ahora hay también un centro de exposiciones anexo a la cueva que aporta bastante información de contexto (cómo fue el descubrimiento, geología de la zona, reproducciones de las salas que no se visitan, arte rupestre en el mundo…).

Curiosamente, estos mismos días la Cueva de Tito Bustillo estaba en las portadas de la prensa local porque han descubierto nuevas pinturas. Calculan que sólo han descubierto un 10% de lo que hay. En cualquier caso, la mayor parte son de difícil acceso o visualización. Hay que conformarse con la sala principal, la que llaman de los Polícromos, dónde calculan que los hombres (y/o mujeres) del Paleolítico  estuvieron pintando de manera continua durante varios miles de años. Ahí estaban, obsesionados con la misma pared, pintando ahora unos renos, luego unos caballos, más tarde un ciervo… Algo mágico, sin duda, tenía esa zona particular de la cueva, pero tal vez nunca descubramos qué era.