7 años, 7 casas
Este ha sido el fin de semana de despedida de la casa de Harrowby Street y los dos hemos andado algo apesadumbrados. dBt todavía pasará algunas noches más hasta que lo empaqueten todo entre el jueves y el viernes para llevárselo a París. Yo ya no volveré a ver ese espacio más que vacío. Ha sido un piso en el que nos hemos sentido muy a gusto, sin el encanto de Great Cumberland Place, pero muy funcional y con ese punto extra de la terraza, en la que hemos vivido algunos desayunos o aperitivos al caer la tarde muy agradables.
Nos cuesta llevar la cuenta de las casas en las que hemos vivido en los últimos 7 años, desde 2008, cuando yo todavía vivía en Madrid y dBt en Barcelona. A partir de ahí hemos entrado en una espiral de nomadismo que no parece detenerse. Los primeros movimientos fueron fáciles porque nos movíamos sin muebles, pero ahora son agotadores, física y mentalmente, porque cada proceso de reinstalación acaba durando varias semanas, entre que lo re-colocas todo de nuevo y das de alta y baja todos los servicios. Para colmo, en esta ocasión, volveremos a vivir separados durante una temporada y eso obliga a organizar toda la logística a través del Canal de la Mancha.