Sobrinas teatreras
Me he tragado una sesión doble de teatro en Vigo, y eso que no me gusta
demasiado. Era la representación de final de curso de la Escuela de Teatro
Municipal, en la que este año se han apuntado mis dos sobrinas. La pequeña, E, participaba
en El Retablo de las Maravillas, una obra bastante entretenida de Albert Boadella a partir de un clásico de Cervantes. Por su parte, la mayor, I, participaba en Yerma de García Lorca, que es una obra que me satura bastante porque todo ese dramón a cuenta de la infertilidad femenina me resulta bastante lejano e incomprensible.
Todo apunta a que en el caso de la sobrina E el teatro ha venido para
quedarse. Le gusta mucho y ya había hecho sus pinitos en años anteriores en el
instituto. En el caso de la sobrina I parece más una actividad coyuntural, que
se suma a la lista de experiencias que está dispuesta a acumular, como lo de
venirse esta temporada a Londres con nosotros para aprender inglés y explorar otros mundos.