El sendero del Támesis
Me quedan, literalmente, 5 días de trabajo. Falta el atracón final de limpieza de correos electrónicos y organización de ficheros pero al menos ya no queda ninguna tensión laboral. Menos mal que ese frente está más tranquilo, porque los últimos días han traído otros agobios, y el aprendizaje de nuevas siglas y técnicas.
En los últimos tiempos, me he hecho experto en la búsqueda de información médica, tanto en español como en inglés, desde la ceguera de la madre de David, a finales del año pasado. Con todo, no creo que aprender sobre temas de salud dé especial tranquilidad pero no soporto vivir en la ignorancia y sobre todo mi confianza en los médicos, y el manejo que hacen de los tiempos, es muy limitada.
En los últimos tiempos, me he hecho experto en la búsqueda de información médica, tanto en español como en inglés, desde la ceguera de la madre de David, a finales del año pasado. Con todo, no creo que aprender sobre temas de salud dé especial tranquilidad pero no soporto vivir en la ignorancia y sobre todo mi confianza en los médicos, y el manejo que hacen de los tiempos, es muy limitada.
El sábado nos vimos con Rocío, y su familia, que estaban de visita en Londres. Visitamos, con los niños, M&Ms World en Leicester Square, que por lo visto es la tienda de caramelos más grande del mundo, y desde luego impresiona también a los mayores. También estuvimos en Hamleys, en Regent's St, que, repartida en 7 plantas, es la tienda de juguetes más antigua del mundo. Con estas visitas, creo que he cubierto mi cupo de actividades infantiles para una buena temporada.
Por su parte, el domingo recorrimos el tramo del Támesis que va desde Victoria Embankment hasta la Torre de Londres. Estaba un día de veranazo total y apetecía río. Lo que yo no sabía es que las dos riberas del Támesis en Londres forman parte de un mega-sendero, el Thames Path, que recorre todo el río durante casi 300 kilómetros. Está claro que hemos hecho mucho paseo Támesis arriba y abajo pero nos queda aún mucho río que descubrir.