El Principito en La Défense
Ya hablé en otra ocasión de lo importante que ha sido para mi El Principito. Creo que la idea de "domesticar", entendida como invertir tiempo, cuidar, preocuparse por algo o por alguien, es central en mi forma de entender las relacions humanas. De ahí que me cueste tanto desentenderme de amores y amistades, y me deje un poco desconcertado cuando otros se desentienden de mi. Puedo entender la distancia pero no la despreocupación y el descariñamiento. Por eso esa historia de un Principito viajando por planetas pero pendiente de la Rosa domesticada que ha dejado atrás, me ha tenido siempre tan enganchado.
Este sábado organizaron en La Défense un espéctaculo gratuito muy bien montado. Un montón de esferas luminosas, los planetas, cubrían la Esplanada delante del Gran Arco. Por la noche, y por espacio de casi una hora, una voz en off iba contando la historia del Principito mientras proyectaban imágenes sobre el Arco, acompañado de música y fuegos artificiales. Para quitarse el sombrero en todos los sentidos. Los fuegos artificiales que iban acompañando la narración fueron para mi toda una novedad. Nunca había visto esos efectos de piruetas en el aire, en plan casi acrobacias, y efectos en cascada. Desde luego los franceses son unos auténticos expertos en fuegos artificiales. Les encanta hacerlo a lo grande para dejar a todo el mundo exclamando "magnifique!".