Escapada a Sevilla
Una invitación a participar en una mesa redonda ha sido la oportunidad perfecta para volver a Sevilla y aprovechar para pasar el fin de semana en la ciudad. Mejor no pensar en que ya han pasado 11 años desde que trabajé y viví aquí durante unos meses. Definitivamente es una ciudad con un patrimonio impresionante y me ha encantado ver la peatonalización de todo el eje que va de la Plaza Nueva al entorno del Parque de Mª Luisa con tranvía incluido.
El fin de semana ha tenido el aliciente adicional de pasarlo con jap y poder ponernos al día de los últimos acontecimientos de nuestras vidas: disgustos emocionales, sustos de salud, líos profesionales... Han sido largas conversaciones en restaurantes majos, como el de la comida del sábado, un restaurante de Triana con vistas espectaculares, en el que además coincidimos con toda la plana mayor del PP. Allí estaban Espe, Cospe, Rajoy, Camps y todos los demás, porque justo este fin de semana celebraban convención del partido en Sevilla.
En el apartado turístico hemos hecho un "básico" sevillano. Nos hemos quedamos en un hotelito con encanto del centro, y desde ahí nos venía bien empezar por la Iglesia del Salvador. Esta es una joya que recomiendo a cualquiera que visite la ciudad. Además es muy práctico porque puedes sacar entrada conjunta para la Catedral, y ahorrar hacer luego cola allí. La Iglesia del Salvador es un festín de dorados y tallas, en plan apoteosis del barroco. Hay varios grandes retablos sobrecargados, pero sobre todo esculturas de las de dramón total, expresiones lánguidas, lágrimas, regueros de sangre, arrugas... El triunfo del catolicismo más teatral y el mejor ejemplo del llamado barroco sevillano.
Nuestra ruta turística también incluyó visita a la Catedral, y a la Giralda, paseos por el Arenal y por Triana, y fotos en la Plaza de España, que ahora vuelve a tener barcas. También visitamos el Museo de Bellas Artes, pero eso se merece otra entrada...