sábado, 21 de noviembre de 2009

Clases de memoria

Estoy en Vigo de fin de semana; lluvia y viento. Son viajes de reencuentro que siempre disfruto. También es verdad que a medida que mis padres se hacen mayores me asaltan con más frecuencia pensamientos angustiosos de pérdida. Es una ansiedad difusa y absurda que intento racionalizar.
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A sus 80 mis padres están estupendos, física y mentalmente. Alguna pastilla por aquí, algún achaque por allá, pero llevan vidas absolutamente funcionales, incluyendo vida social, viajes, ocio. Mi madre, piscina. Mi padre, partiditas de dominó y discusiones político-sindicales. No les faltan ganas de hacer cosas.
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Durante el desayuno esta mañana, mi madre me contaba que va a clases de memoria desde hace 3 semanas, aquí al lado, a la Asociación de Vecinos. Está encantada. Hacen dictados, corrigen las faltas de ortografía, buscan antónimos... Ideal para ella que lee con frecuencia y ve todos esos concursos tipo Pasa Palabra y similares. También se llevan deberes para casa. Esta semana tienen que construir palabras alternativas usando todas las letras contenidas en "inaguantable". Por lo visto ya lleva unas 23. No debe ser nada fácil. Se me ocurren un montón de cosas, situaciones y personajes inanguantables, pero no sé si sería capaz de encontrar tantas palabras alternativas.