lunes, 20 de septiembre de 2021

Templo Votivo del Mar en Panxón

El sábado llevé a mis padres y madrina de "excursión" a Panxón. A estas alturas, cualquier cosa que hagas con ellos les parece un planazo. La verdad es que el día resultó muy bien porque, a pesar de lo cerca que está de Vigo, todos llevaban muchos años sin subir a Monteferro o ir a la Playa de Patos. Con todo, la actividad turística más apreciada fue visitar el Templo Votivo del Mar, la iglesia de los años 30 del siglo pasado construida por el arquitecto Antonio Palacios

En el anterior viaje, en agosto, me había quedado con ganas de visitarlo bien. Pasamos por allí una de las noches que nos quedamos en el Pazo da Touza pero estaban en misa y no pudimos pasear por el interior. En esta ocasión, en cambio, lo disfrutamos para nosotros solos y pudimos contemplar todas esa decoración con azulejos de estilo modernista. Maravilloso. 

El día de excursión sirvió también para confirmarme que mi padre tiene un bajón considerable respecto a hace solo un mes. Lo veo más aislado a nivel cognitivo, menos hablador, con menos potencia de voz, y definitivamente también mucho más cansado. Parece mentira que hace solo un mes estuvieran tan dispuestos y bien de energía. Veremos cómo los encuentro en el viaje de octubre. A estas edades un mes puede ser una eternidad.