miércoles, 30 de octubre de 2019

Cenas y playa en Copenhague

Esta semana de trabajo me ha llevado 3 días a Copenhague. Se notan ya los días cortos del otoño, lejos de aquel esplendor del verano. Han sido días muy soleados, muy fríos por la noche pero muy agradables durante el día. Tanto el lunes como el martes bajé al centro a cenar con compañeros de trabajo y pude disfrutar de esa arquitectura tan cuidada que tiene la ciudad. Y hoy miércoles, después de algunas horas de trabajo y antes de irme al aeropuerto, pude escaparme, por fin, a darme un largo paseo por la playa de Amager que está muy cerca de la oficina y del aeropuerto. 

En realidad el Amager Strand es un enorme parque a lo largo de la costa con una gran laguna artificial en el medio. Hay instalaciones deportivas y zonas de baño y en el mar se pueden observar los molinos eólicos alineados. Al otro lado se podía ver hoy, porque estaba muy despejado, el perfil de la ciudad sueca de Malmö. Y también, claro, el puente de Oresund, que une Suecia y Dinamarca. Me muero de ganas de cruzarlo pero por lo pronto hoy me quedé feliz como una perdiz por haber podido disfrutar de un paseo por la playa de más de una hora, en plena jornada laboral. Todo un privilegio.