lunes, 16 de julio de 2018

Hotel con vistas en Milán

Justo un mes después del 60 cumpleaños de Charo, dBt y yo nos hemos vuelto a organizar para pasar el fin de semana largo en Milán. Resultó ser una buena elección de fechas porque entre el festivo del 14 de Julio y la final del Mundial que ganó Francia el domingo 15, París debió estar bastante masificada y ruidosa este fin de semana. El sábado pasé el día yo solo en Milán, porque dBt  trabajaba, y aproveché, como ya he comentado en las entradas anteriores, para visitar el Cementerio Monumental y algunas iglesias.

Reservé  para las noches de sábado y domingo un hotel no lejos de la oficina, un 5* con muy buen precio de última hora.  Lleva abierto aproximadamente un año, y las instalaciones están muy bien. Tiene un restaurante gastronómico en la planta baja, y una terraza con piscina, bar de copas y buenas vistas a la ciudad (y al Cementerio). En realidad la clave de reservar ese hotel fue la piscina. Y es que Milán tiene un verano muy bochornoso, con temperaturas que suben de 30º y no bajan de 20º, con ese calor húmedo que yo tanto detesto. Lo peor, con todo, son los mosquitos. Como muy acertadamente dice dBt, las guías de la ciudad deberían alertar de la plaga de mosquitos. Es de no creer, sólo comparable a destinos tropicales del estilo de Tailandia o Iguazú. En fin, mucha capital de la moda, pero mas vale no olvidarse de rociarse bien de repelente de mosquitos.