jueves, 9 de noviembre de 2017

Conferencia en el Tobacco Dock

Mi segunda conferencia de la semana ha sido en el Tobacco Dock, un antiguo almacén de tabaco del siglo XIX, reconvertido ahora en centro de eventos. No conocía esa zona aunque sí el barrio de Wapping, en el que está ubicado. 

La conferencia estaba organizada por LinkedIn y giró, en gran parte, en torno a la inteligencia artificial. Todo un nuevo mundo que se nos viene encima en los próximos 20 años, con máquinas cada vez más inteligentes, gracias a los desarrollos en aprendizaje profundo. Por primera vez, la disrupción tecnológica va a afectar a empleos cualificados y no sólo a tareas manuales. Las máquinas ya son capaces no sólo de pensar, sino de crear, desde novelas, a pinturas o composiciones musicales. Todo gracias a esa nueva capacidad de aprendizaje que se alimenta de una acumulación de datos imparable; se calcula que el volumen de datos en el mundo se duplica cada dos años. 

Entre las intervenciones estrella de la conferencia estuvo la de la baronesa Susan Greenfield, una neurocientífica que se ha especializado en alertar de cómo las nuevas tecnologías están alterando nuestros cerebros y nuestras emociones. Su tesis principal es que el cerebro es sumamente plástico y por lo tanto se adapta rápidamente a todo este hiperconsumo de pantallas y redes sociales, y modifica sustancialmente cómo nos relacionamos con los demás. Recomienda dieta de ejercicio físico, naturaleza y libros, para ayudar a re-equilibrar la cabeza.