sábado, 8 de abril de 2017

Zurich - Viena

Empecé esta semana de trabajo en Zurich, dónde dos de las noches cené en Hardbrücke con amigos. En una de esas ocasiones, Carlos, siempre dispuesto a descubrirme la ciudad, me llevó al bar de Clouds, con unas vistas estupendas a toda la ciudad. 

El jueves volé de Zurich a Viena para una reunión con los directores de Recursos Humanos de Europa. Tenía dos presentaciones que hacer con mi equipo, y las dos salieron muy bien. Por la noche, cenamos con todo el grupo en Dinner in the Dark, uno de esos restaurantes que ya existen en otras ciudades, como Barcelona o París, dónde cenas totalmente a oscuras guiado y servido por gente ciega. Me gustó mucho la experiencia de tocar todo lo que tienes en la mesa y de no saber qué estás comiendo, aunque el recuerdo agridulce de mi suegra y su nueva vida fue inevitable. 

El viernes trabajé desde la oficina de Viena. Está muy céntrica y Andrés me llevó a comer al cercano café Sperl, un clásico del siglo XIX, con madera, tapicerías, prensa, y todo de otra época. El conoce muy bien la ciudad porque aquel proyecto de novio en Viena finalmente prosperó y viene muy a menudo. Yo, en cambio, parezco venir en largos ciclos de 8 años, siempre por trabajo pero siempre con extensiones para hacer algo de turismo. En esta ocasión, dBt se vendrá desde París y pasaremos el fin de semana en el One Motel cercano a la Opera