lunes, 17 de abril de 2017

Brunch de Semana Santa

Ya he comentado anteriormente que la Semana Santa francesa es una sosería, un finde largo. Por aquello de darle un poco de sustancia, decidimos hacer un brunch especial con Ronke y celebrar de paso su cumpleaños. Elegimos uno de esos hotelazos "Palace", el Shangri-La, que ninguno conocíamos. Estamos decididos a visitarlos todos pero por ahora sólo hemos cubierto el Peninsula y el Mandarin ya que, como son overpriced por definición, hay que espaciarlos bien.  

La experiencia Shangri-La estuvo bien: suntuosidad, espacio muy agradable y buena comida, mezclando platos franceses y asiáticos. Como parte del buffet hay sushi y dim-sum, y entre los platos a la carta, hay que elegir uno de huevos y otro principal, que puede ser también asiático. Era un brunch especial de Pascua, pero lo único que tenía de particular era un plato de cordero (por lo visto hay que comer cordero en Semana Santa) y huevos de chocolate. Estuvo todo bastante bien, aunque dBt le sacó punta a algunos aspectos del servicio. Su teoría, y no le falta razón, es que a esos precios todo tiene que ser impecable y no valen las disculpas.